lunes, 6 de febrero de 2017

Leyendas

Setenil de las Bodegas


El Vivillo: bandolero que se hizo famoso en septiembre de 1893, por el robo a los feriantes del pueblo que volvían de la feria de Villamartín. Tambíen robó 2000 duros a una persona de Setenil. Don Pedro Guzmán, y dejó siete hombres amarrados, entre ellos a Don Antonio Ortiz Plata, cuñado de Don Pedro. El nombre del Vivillo era Joaquín Camargo, natural de Estepa. El apodo le viene de su agilidad y destreza.


El Peñón de los Enamorados: Es el nombre otorgado a un lugar característico con unas vistas de Setenil. La leyenda cuenta que el nombre le viene por ser el lugar de encuentro de una muchacha mora y su cadí. Como en esa época un cadí no podía enamorarse de una del pueblo, ellos debían verse a escondidas a la luz de la luna.

El niño que llora: En la Molinilla, nombre que recibe un puente del arroyo de Alcalá, muy cerca de Setenil, se dice que en las noches oscuras y silenciosas se oye un niño llorar. La historia dice que en los años 40, una mujer, soltera y enamorada se quedó embarazada. Ese embarazo sigue hacia delante, y nace el niño, pero la gente la rechazaba y la hacían sentir mal. La muchacha decidió entonces lanzar a su hijo, recién nacido, desde un pequeño precipicio al río. Así, la voz de ese niño parece oírse con el abrumo del río.





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